miércoles, 26 de diciembre de 2012

Kenneth Bernard Cook


El que sepa el nombre de un escritor australiano que levante la mano... Pues eso. El caso es que la literatura australiana puede que exista. O puede que no. Pero si existe lo hace en la alegre y relajada dimensión del hemisferio austral. Otro planeta.

Por eso cuando una cadena de favores me llevó a descubrir a Kenneth Bernard Cook lo primero que me sorprendió no es que fuera escritor, ni que fuera australiano. Lo que de verdad me dejó atónito es que fuera las dos cosas al mismo tiempo.


Kenneth Cook comenzó a escribir cuando estaba en el instituto. Luego siguió con el oficio como periodista. Hasta que lo dejó para escribir su primera novela, Wake in Fright, en la que reflejaba sus experiencias no demasiado buenas en Broken Hill (un pueblo perdido en el outback).

La novela tuvo muy buena acogida, y todavía hoy se considera que es su mejor obra. De hecho, se llegó a hacer una película en 1971, que se ha convertido en Australia en casi un film de culto. En su momento llegó a estar nominada a la Palma de Oro de Cannes (el director luego se ganaría la vida con Acorralado o Este muerto está muy vivo). En el resto del mundo pasó sin pena ni gloria (por donde pasó).

Cook siguió escribiendo y produciendo películas. Fundó un partido político y hasta llegó a montar una granja de mariposas (estas cosas sólo pasan en Australia). Pero la fortuna fue desigual en sus aventuras. Y precisamente cuando las cosas le iban peor que nunca, en bancarrota, enfermo y deprimido, fue cuando se puso a escribir tres de los mejores libros de relatos que he leído: The Killer Koala, Wombat Revenge y Frill-necked Frenzy. Tres libros realmente divertidos plagados de historias del desierto australiano. Historias de otro planeta.


viernes, 21 de diciembre de 2012

Música y videos – Jungle Drum (Emiliana Torrini)


Islandia tiene menos gente que Albacete, pero muchas más cantantes de renombre. Al menos dos: Björk y … Emiliana Torrini. Bueno, vale, puede que la Torrini no sea demasiado conocida. Pero a mí me cae mejor.

Como diría el gran Colubi, de mano es más guapa. Y además esta cancioncilla me alegra la vida cada vez que la escucho. Puede que no sea un gran tema. Puede que la letra sea tontorrona. Puede que la melodía sea la típica composición pegadiza. Pero lo cierto es que me pone de buen humor.

Lo verdaderamente malo de la canción fue el video oficial. Un engendro hecho con tres duros, un puñado de macetas que juntaron entre todos los del grupo y unos vestidos de baratillo. Por eso, lo mejor es poner la versión que hizo el gobierno de esa remota isla para ver si atraía a turistas despistados. Creo que ni por esas.


Hey, I'm in love,
My fingers keep on clicking to the beating of my heart.
Hey, I can't stop my feet,
Ebony and ivory and dancing in the street.
Hey, it's because of you,
The world is in a crazy, hazy hue.

My heart is beating like a jungle drum.

Man, you got me burning,
I'm the moment between the striking and the fire.
Hey, read my lips,
Cause all they say is kiss, kiss, kiss.
No, it'll never stop,
My hands are in the air, yes I'm in love.

My heart is beating like a jungle drum.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Versiones - A Pub with No Beer


Pocas cosas hay más tristes que un bar sin cerveza. En algunos sitios puede llegar a ser una tragedia. En Australia sin ir más lejos. De hecho, esta canción fue compuesta por un hijo de aquellas tierras del sur.

Slim Dusty fue un cantante country que adaptaba el estilo del lejano Oeste al outback del desierto, los canguros y los ovejeros. Y con este tema consiguió lo que parecía casi imposible: que un australiano llegara a ser número uno en el mundo real.


Pero si en algún país pueden ver el lado trágico de la falta de alcohol mejor todavía que en Australia es en Irlanda. Si en las tabernas de Dublín no hubiera cerveza la gente se mataría por las calles. Y sin embargo, los Dubliners le ponen un ritmo bastante movido y alegre a la canción. Puede que sea porque todavía les queda algo de whisky (aunque no mucho, teniendo en cuenta las voces que se gastan).


It's lonesome away from your kindred and all,
By the campfire at night where the wild dingos call,
But there's nothing so lonesome, so dull or so drear,
Than to stand in the bar of a pub with no beer.

Now the publican's anxious for the quota to come,
There's a faraway look on the face of the bum,
The maid's gone all cranky and the cook's acting queer,
What a terrible place is a pub with no beer.

The stockman rides up with his dry, dusty throat,
He breasts up to the bar, pulls a wad from his coat,
But the smile on his face quickly turns to a sneer,
When the barman says suddenly: "The pub's got no beer!"

There's a dog on the veranda, for his master he waits,
But the boss is inside, drinking wine with his mates,
He hurries for cover and he cringes in fear.
It's no place for a dog, round a pub with no beer.

Old Billy, the blacksmith, for the first time in his life,
Has gone home cold sober to his darling wife,
He walks in the kitchen; she says: "You're early, me dear"
Then he breaks down and he tells her , that the pub's got no beer

Oh, it's lonesome away from your kindred and all,
By the campfire at night where the wild dingos call,
But there's nothing so lonesome, so dull or so drear,
Than to stand in the bar of a pub with no beer.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Música y videos - Weapon of Choice (Fatboy Slim)


Aunque es un pedazo de actor, nunca me ha gustado Christopher Walken. Supongo que no soy el único al que se le atraganta una cara, y la evitamos en el cine por mucho que le caigan premios y parabienes (incluso con razón).

Además, El cazador me parece la típica película sobrevalorada. Sigo prefiriendo la escena de True Romance en la que Dennis Hopper le explica por qué los sicilianos tienen la piel tan oscura.

O este video de Fatboy Slim. En el que demuestra que, además de ser de verdad un pedazo de actor, también sabe hacer otras cosas.


Don't be shocked by the tone of my voice
Check out my new weapon, weapon of choice
Listen to the sound of my voice
You can check it all out, it's the weapon of choice

You can go with this,
Or you can go with that,

Walk without rhythm
it won't attrack the worm
If you walk without rhythm
ah, you never learn

Be careful, we don't know them

Organically grown, through the hemisphere I roam
Too big love to the angels of light
Yeah, and my girl

She just don't understand
is gone beyond being a man
As I drift off into the night, I'm in flight.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Wilderness


Hay un tipo de libros que está lejanamente relacionado con las robinsoniadas. Son los relatos de personas aisladas en medio de la naturaleza salvaje. Y de los métodos que usan para sobrevivir.

Si Robinsón y sus secuaces se quedan solos en medio de las aguas, los protagonistas de este tipo de libros se van a vivir por propia voluntad (o en algunos casos, por accidente) a las montañas, bosques, selvas o desiertos más distantes. En fin, lejos del mundanal ruido.

Estos relatos suelen combinar amor por la naturaleza, ingenio para sobrevivir y aventuras a partes iguales. Y muchos de ellos son historias reales.

Chicos que se escapan:
Uno de los sueños infantiles más recurrentes es escaparse para irse a vivir solos en medio de los bosques. Aventuras y naturaleza. A veces hay por medio una excusa que dé pie a la escapada. A veces no hace ni falta.


El secreto de la isla
En el primer libro de una de las múltiples sagas de Enid Blyton, unos hermanos se escapan de la férrea tutela de sus tíos para irse a vivir a una pequeña isla que está en medio de un lago cercano. En mi recuerdo ha quedado como uno de los mejores libros de la autora (miedo me da recuperarlo y que se rompa la magia).


Brendon Chase
Tres hermanos deciden no volver al colegio y escaparse al bosque de Brendon Chase. Denys Watkins-Pitchford, B.B. para los amigos, nos lleva a la campiña inglesa de antaño para narrarnos de forma perfecta las aventuras que todos querríamos haber vivido.


My Side of the Mountain
Esta vez el protagonista deja a sus hermanos en casa y decide marcharse a vivir solo en medio de las montañas. Allí adiestrará a un halcón y aprenderá a vivir de lo que produce la naturaleza. Una bella fábula escrita por Jean Craighead George, que dio lugar a varias secuelas menos memorables.

En busca de la soledad:
Hay gente de verdad que se va a buscar la soledad de los montes. Gente que un día rompe con todo y decide encontrarse a sí misma rodeados de paisajes salvajes. Sus aventuras tienen menos fantasía y más vida real pura y dura. A veces, demasiado dura.


Walden
El clásico. Entra en la categoría por los pelos, porque Thoreau no es que se fuera muy lejos. De hecho lo que hizo fue alejarse un poco nada más. Lo suficiente para reflexionar sobre la vida y el hombre de una forma más cercana a la poesía que al manual de supervivencia. Aunque en cualquier caso me parece que está muy sobrevalorado (si hubiera sido polaco o senegalés, ahora nadie hablaría casi de él).


One Man's Wilderness
Richard Proenneke sí que se alejó de todo. Y supo encontrar la belleza y la soledad en medio de las montañas de Alaska, al borde de un lago que servía de pista de aterrizaje (sobre el agua en verano y sobre el hielo en invierno). El caso es que sus diarios son de una sencillez que desarma. Y sus reflexiones sorprenden por la mezcla de profundidad, honestidad y sentido común.


Hacia rutas salvajes
O el hippie que murió por un sueño. Krakauer escribió la tragedia de un chico que quiso seguir los pasos de uno de sus escritores favoritos: Jack London. Como muchos de los personajes de sus libros, dejó la vida en el intento. También en Alaska. El Norte no perdona.


Mountain man
La vida de los pioneros solitarios del salvaje Oeste. Del Oeste de las Sierras, con sus montañas nevadas y sus bosques plagados de osos. El libro de Vardis Fisher  se hizo famoso sobre todo cuando Sydney Pollack rodó una película basada en sus aventuras: Jeremiah Johnson.

Accidentes:
A veces ni queremos irnos ni nos fuerzan a escaparnos. A veces nos quedamos más solos que la una sin comerlo ni beberlo. En esos casos, la aventura es conseguir mantenerse con vida en un entorno duro y, muchas veces, ajeno a toda experiencia anterior.


La saga de Brian
La mejor saga sobre el tema. Cinco libros en los que un chico aprende a sobrevivir en medio de los bosques del norte. En verano y en invierno. Aunque los tres últimos libros pertenecen al grupo de los “voluntarios”, lo cierto es que la saga comienza con un accidente de avioneta. Quizás los mejores libros de Gary Paulsen.


Cascade Fallout
Otro avión deja un rastro de cadáveres en las montañas. Entre los supervivientes hay un anciano que enseñará a sus nietos a capear el temporal en todos los sentidos. La nieve y el frio son los peligros de una carrera contra reloj para conseguir ayuda. Un sencillo libro escrito por Bruce Clarke.


Island of the Blue Dolphins
Basado en hechos reales, Scott O'Dell nos cuenta la historia de una chica indígena de una pequeña isla frente a las costas de California. Tras abandonar el barco que llevaba a su tribu al continente, Karana pasará varios años sola, pescando y cazando para alimentarse.


Nobody Important
Un pequeño relato en el que el accidente inicial resulta un tanto rebuscado: un secuestro equivocado y un abandono posterior en medio de los bosques nevados. J R Sliz hace lo que puede para que el resto de la novela sea suficientemente creíble.