viernes, 28 de febrero de 2014

Vértigo



Había oído hablar de Alex Honnold cuando escaló en modo libre el Half Dome en Yosemite. Para los legos, escalar en modo libre es ir sin cuerda. Y el Half Dome es una pared de roca vertical de más de 600 metros de altura (más alta incluso que el Naranjo de Bulnes).

Aunque entonces hubo un momento en el que se quedó paralizado por el miedo, Honnold tardó poco más de tres horas en superar el desnivel. Cuatro años más tarde batiría el record absoluto subiendo asegurado por la misma ruta en una hora y 22 minutos.

En enero de este año escaló una pared de caliza en el estado mexicano de Nuevo León. Y el video de la hazaña es realmente acojonante. En todo los sentidos. Nunca antes había sentido tanto vértigo ajeno. Sólo espero que Alex le pueda llegar a contar sus hazañas a sus nietos.


miércoles, 26 de febrero de 2014

Versiones - Hooked on a Feeling



A finales de los sesenta B. J. Thomas se hizo un hueco en las listas con una canción escrita por Mark James. Aunque la letra y la melodía tenían su gancho, la interpretación blandita de Thomas y sobre todo los arreglos hechos con un sitar eléctrico mataban casi toda la gracia del tema.

Años más tarde, y a este lado del charco, Jonathan King le tomó prestada a Johnny Preston la idea de añadir cánticos tribales a una canción para ver si así le daba un poco más de vidilla. Y el resultado funcionó, volviendo a poner el tema de moda (al menos en el Reino Unido).

Finalmente un grupo sueco daría la vuelta de tuerca definitiva. Blue Suede cambió el ritmo, el tono y el sentido de la canción. Lo que había nacido como una melodía romántica terminó siendo un jocoso ejercicio de Rock.

Pero antes de ver la versión de Blue Suede, merece la pena darle un vistazo a la de David Hasselhoff. Sus cualidades vocales no dan para mucho, pero el video debería estar prohibido por la DEA por sus efectos lisérgicos (no hay palabras para describirlo).

Realmente fue Tarantino el que recuperó una vez más el tema de Blue Suede al incluirlo en la banda sonora de Reservoir Dogs. Y dentro de poco sonará por todos lados con Guardianes de la galaxia. Así que, a disfrutarlo.

Ooga-Chaka Ooga-Ooga

I can't stop this feeling
Deep inside of me
Girl, you just don't realize
What you do to me

When you hold me
In your arms so tight
You let me know
Everything's all right

I'm hooked on a feeling
I'm high on believing
That you're in love with me

Lips as sweet as candy
Its taste is on my mind
Girl, you got me thirsty
For another cup o' wine

Got a bug from you girl
But I don't need no cure
I'll just stay a victim
If I can for sure

All the good love
When we're all alone
Keep it up girl
Yeah, you turn me on

lunes, 24 de febrero de 2014

Siempre lo mismo



El cambio está sobrevalorado. La novedad es una palabra neutra, por mucho que algunos la quieran ver siempre desde su mejor perfil. Y la creatividad debería estar prohibida en la mayor parte de las ocasiones.

Los males comenzaron cuando empezamos a pensar que existía el Progreso. Luego vinieron las modas y se cargaron todo lo que olía a viejo. Y así hemos llegado a donde estamos ahora.

Sin meternos en el gran berenjenal de la definición del arte (la manera más apasionada de perder el tiempo), hoy sufrimos en todas sus manifestaciones los perjuicios del cambio. Como si fuera el valor más importante de cualquier creación, la novedad se impone por sí misma.

Hay museos y críticos que reniegan de artistas porque son “convencionales” y no aportan nada nuevo (como Antonio López). O teatros que no incluyen una ópera recién terminada en su programa porque no son ejemplo del último grito (en todos los sentidos).

Y lo más grave es que no pasan de esas obras porque sean rematadamente malas. No. Los responsables oficiales del arte reconocen abiertamente que la razón, independientemente del valor artístico que tengan, es que no son novedosas.

Al pedirle al arte que siempre nos sorprenda terminamos asqueados de esas monstruosidades que llenan nuestras calles, museos o salas de exposiciones (y sobre todo nuestras rotondas).

Mucha basura. Aunque muy creativa, eso sí. Por eso lo más parecido a sitios como ARCO son los vertederos de las grandes ciudades. Y las ratas que remueven la mierda serían los críticos. No hagamos nosotros lo mismo y salgamos huyendo.