Me gustan las cosas alegres. Los libros llenos de frases cargadas de humor. Las series y películas que, por lo menos, tienen un punto de ironía. Los cuadros que me invitan a perderme en la belleza de sus paisajes. Y la música más festiva y vital. Como esta canción.
Muchos piensan que el arte debe sacudir nuestros sentidos y reflejar el dolor, miedo, asco y sufrimiento del mundo. Realismo lo llaman (o cosas peores). Pero lo que yo valoro en el arte son las obras que me recuerdan el más importante de todos los placeres: sentirse vivo.
Disfruto con Wodehouse, Billy Wilder, Iván Shishkin o los Dubliners. Me gustan más los cuentos de Chejov que sus obras de teatro (repletas de personajes amargados). O las canciones que te hacen sonreír. Como ésta de la danesa Oh Land. Una buena forma de ponerse las pilas y darle la vuelta al mal rollo.
Out in the streets I hear the crack of
thunder
People keeping low, people searching for
some cover
But in my room I hear the sound of trumpets
Leading me through the fear that keeps us in
We turn it up, we turn it up
We don't care what you say
We're coming up, we're coming up
We don't care what you say
Message to the world
Can you feel the heat is rising?
From the heights of above the storm
Can you see the lightning's flashing?
From where I live
I hear the voices join in
Like trumpets through the fear
That used to keep us in
If you're afraid
Fear will only break your heart
If you're afraid
No walls will keep them away
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