Muchos han grabado desde entonces su versión de la canción. Hasta Calamaro ha cantado Sweet Home Buenos Aires (sin aportarle nada nuevo, por cierto). Pero la versión que de verdad la redimiría de su tufillo xenófobo y carca llegó hace ya tiempo. A mediado de los ochenta, Siniestro Total hizo de Miña terra galega todo un himno de la morriña. Todavía hoy merece ser cantada en medio de alalás.
A una isla del Caribe
he tenido que emigrar
y trabajar de camarero
lejos, lejos de mi hogar.
Me invade la morriña
el dolor de Breogán;
cuando suena la muiñeira
el llanto empieza a brotar.
Miña terra galega
donde el cielo es siempre gris
Miña terra galega
es duro estar lejos de tí.
Donde se quejan los pinos
y se escuchan alalás
donde la lluvia es arte
y Dios se echó a descansar.
Las zanfoñás de Ortigueira
los kafkianos de Jaján
la liga armada galega
y el pazo de Meirás.
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