jueves, 14 de febrero de 2013

C’était un rendez-vous



Una madrugada de agosto de 1973, las calles de París fueron testigo de la grabación de un cortometraje muy especial. El director Claude Lelouche, gran aficionado a los coches, había decidido grabar una historia sencilla: un hombre vuela por las calles de la ciudad para llegar a la cita que tiene con su chica. Así de sencillo.

El corto fue grabado sin permisos, sin ningún tipo de efectos (aunque el sonido es de un Ferrari, y no del Mercedes con el que se corrió) y en tiempo real. Es decir, una locura en la que Lelouch se arriesgaba a tener un accidente. Pero no era una hazaña simplemente gratuita. Como él mismo dice, si no hubiera una chica esperando al final, el corto no tendría sentido.


Anécdotas del corto:
  • El film es un plano secuencia que dura lo que duraba uno de los rollos de película de la época.
  • El conductor es el propio director Claude Lelouche. Y utilizaron su coche, un Mercedes-Benz 450SEL 6.9.
  • La chica que le espera al final era su mujer, Gunilla Friden.
  • El corto comienza en porte Dauphine y termina delante de la basílica del Sacré-Cœur, en Montmartre. El recorrido pasa por el Arco de Triunfo, los Campos Elíseos, la plaza de la Concordia, el Louvre, la plaza de la Ópera y el Moulin Rouge.
  • Lelouch sólo tuvo que alterar el recorrido sobre la marcha en una ocasión, casi al final, al ver que un camión cerraba una calle.
  • La velocidad máxima a la que llega el coche es a 220 kilómetros por hora.
  • Según contó después el director, el jefe de policía que le retiró el carnet se lo devolvió al cabo de unos pocos segundos. “Me han dicho que le retire el carnet, pero no por cuanto tiempo. Mis hijos adoran su corto.”
  • Treinta años más tarde, Claude Lelouch repitió la experiencia mientras le hacían una entrevista. Aunque la idea era ir dando un paseo tranquilo, Lelouch volvió a hacer alguna de las pirulas del corto original.

No hay comentarios:

Publicar un comentario