The Perks of Being a Wallflower
es un libro para y sobre adolescentes que volvió a ponerse de moda en Estados
Unidos el año pasado por la película que el propio Stephen Chbosky se encargó
de dirigir.
Un libro curioso y ameno en el que revolotean los recuerdos de muchos
clásicos parecidos. De hecho, cuando lo leía no podía quitarme de la cabeza El guardián entre el centeno (aunque
también pensaba en Forrest Gump).
Es muy difícil escribir sobre la época más difícil de nuestras vidas.
El paso de la infancia al mundo adulto no ha sido nunca un camino de rosas. Ni
en Estados Unidos, ni en la selva del Amazonas.
En este caso, Chbosky utiliza buenos recursos. Desde un punto de vista
formal, el género epistolar. Aunque estas no sean las penas del joven Charlie. Desde
un punto de vista narrativo, el primer curso del protagonista en el instituto.
Un año de descubrimientos de todo tipo. Y desde un punto de vista general, la sencillez
y la cercanía al narrar algo por lo que todos hemos pasado. Bastante complicada
es la vida a esa edad como para utilizar fuegos artificiales al contarla.
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